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Pulpo a feira

Pulpo a feira

El pulpo a feira es el estilo más popular de comer el pulpo en el norte, y doy fe de que está buenísimo.

La clave para que este plato sea todo un éxito reside en la cocción del pulpo. Si el pulpo no está bien cocido, su textura quedará muy chiclosa, o muy duro, lo cual arruinará por completo tanto el plato, como el producto.

Para cocerlo correctamente, lo mejor es congelar el pulpo fresco antes de cocinarlo, o comprar un pulpo ya congelado. La congelación ayudará a romper las fibras más duras de la carne del pulpo, y a dejarlo suave y blando.

La cocción de un pulpo de un kilo son aproximadamente 25 minutos, y habrá que ir aumentando el tiempo según aumente el peso del pulpo.

Después hay que dejarlo reposar en el agua de cocción otros 20 minutos, y entonces la carne quedará súper tierna. Este excelente producto, solo requiere unas patatas cocidas, un chorro de aceite de oliva y poco de pimentón como acompañamiento.

Ingredientes

  • 1 pulpo fresco eviscerado de aproximadamente 1,5 kilos
  • 5 patatas
  • Pimentón (dulce o picante), al gusto
  • Un buen chorro de aceite de oliva virgen extra
  • Sal gruesa, al gusto

Modo de elaboración

Una vez compremos el pulpo fresco, vamos a congelarlo. Se congela para que se rompa la fibra. También podemos comprarlo directamente congelado.

Cuando el pulpo se haya descongelado, lo limpiamos muy bien bajo el chorro de agua fría, para eliminar cualquier impureza o suciedad que le pueda quedar.

Teniendo el pulpo limpio, preparamos una olla grande con sus 3/4 partes de agua y lo ponemos a calentar a fuego fuerte para que empiece a hervir.

Cuando esté el agua hirviendo, cogemos el pulpo de la cabeza y lo introducimos en la olla, dejando la cabeza fuera. Contamos hasta 4 y lo sacamos. Esta es una forma de "asustar" al pulpo para que la carne se quede firme y la piel no se despegue.

Hay que sacarlo y volver a meterlo unas 3 veces, dejando que el agua vuelva a hervir entre cada escaldado. A la cuarta vez ya podemos meter el pulpo entero, lo tapamos y dejamos que cueza durante aproximadamente 30 minutos.

Para comprobar cómo está el pulpo, lo pinchamos con un cuchillo, que tendrá que introducirse sin resistencia en la carne. Apagamos el fuego y dejamos que el pulpo repose dentro de la olla otros 20 minutos.

Mientras tanto, cocemos las patatas en una olla con agua, durante aproximadamente 20 minutos, o hasta que al pincharlas con un cuchillo estén tiernas.

Las escurrimos y dejamos que enfrían a temperatura ambiente. Sacamos el pulpo del agua y dejamos que enfríe un poco para poder partirlo.

Pelamos las patatas y les retiramos la parte oscura que haya quedado. Las cortamos en rodajas gruesas y las vamos colocando sobre un plato de madera, sin superponerse. Aprovechamos para sazonarlas por encima.

Cortamos también el pulpo, dejando la cabeza para otra receta. Lo separamos en tentáculos y cada uno lo cortamos en rodajas, longitudinalmente, con ayuda de una tijera. Repartimos estas rodajas encima de las patatas, cubriéndolas.

Añadimos sal por encima, y pimentón; y lo terminamos con un buen chorro de aceite de oliva.

Consejos

Si al picarlo, el pulpo y las patatas se han quedado frías, puedes introducirlo unos minutos en el microondas para calentarlo de nuevo, antes de añadirle el aceite y el pimentón.

Hay quién dice que lo de "asustar" el pulpo es una tradición que tenían los monjes para bautízalo en el nombre del padre, del hijo, y del Espíritu Santo, y que no es necesario hacerlo. Esto es cierto, pero si que he comprobado que al hacerlo, la piel se queda perfectamente pegada a la carne.