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Moluscos y cía

Langosta bellavista

Langosta bellavista

No es muy habitual preparar un plato de langosta en casa. Por eso, si nos decidimos a hacerlo, tenemos que estar seguros de que elegimos bien la pieza, y lo cocinamos bien, ya que no queremos tirar el dinero a la basura.

A la hora de elegir una langosta, lo más recomendable es que tiene que estar viva. Todos los mariscos tienden a descomponerse antes que las carnes, pero la langosta y otros mariscos similares se enfrentan a otro problema añadido: la degradación enzimática.

Las langostas digieren a sus presas por medio de enzimas en su tracto digestivo superior situado en la cabeza. Una vez muertas, las langostas se vuelven crustáceos zombies, pues sus enzimas digestivas los devoran.

Cuando se coge una langosta saludable, tiene que levantar sus pinzas, mover sus patas con energía, y levantar su cola aleteando un par de veces. No compres langostas con pinzas blandas o con poco movimiento. Cuanto más activa es una langosta, más tierna es la carne.

Muchos prefieren el sabor de las hembras, ya que sus huevas intensifican su sabor. Las hembras tienden a tener colas más amplias que la falda hacia fuera en la parte inferior, para dar cabida a los huevos.

La longitud de las antenas es otro indicador, cuanto más largas, mejor.

Utiliza estos consejos para adquirir la mejor langosta que haya sin temor a equivocarte. Así nunca tendrás que sufrir con otra langosta dura.

Ingredientes necesarios

  • 1 langosta viva de 1 kilo
  • 500 ml de agua
  • 500 ml de vino blanco
  • 1 cebolla
  • 2 clavos de olor
  • 1 zanahoria
  • 1 apio
  • 1 ramillete de hierbas aromáticas
  • 1 bolsa o bote de menestra de verduras
  • Mayonesa, al gusto
  • 2 tomates
  • 2 huevos cocidos
  • Pimienta en grano y sal

En una olla, ponemos el agua y el vino blanco, junto con la cebolla picada, los clavos, la zanahoria, el apio, el ramillete de hierbas, un poco de sal y pimienta.

Lo ponemos a fuego fuerte y dejamos que hierva todo durante 15 minutos.

Metemos la langosta viva con la cabeza hacia abajo y dejamos que cueza durante 20 minutos. Una vez cocida, dejamos que enfríe. Con ayuda de unas tijeras, cortamos la membrana ventral de la langosta de arriba a abajo.

Sacamos la parte a la vista sin estropear el caparazón. Cortamos la carne en rodajas de aproximadamente 1 centímetro de grosor.

Escurrimos la menestra de verduras y la ponemos en un recipiente que mezclaremos con la mayonesa, un poco de sal y unos granos de pimienta.

También lavamos y cortamos los tomates por la mitad. Cocemos los huevos en agua hirviendo con sal durante 13 minutos, los escurrimos, refrescamos y pelamos. Cortamos cada huevo por la mitad.

Para servirlo, en una fuente alargada ponemos la mezcla de verduras y mayonesa estirada. Encima ponemos el caparazón de la langosta, y encima las rodajas cortadas. Alrededor, disponemos las mitades de tomate y huevo.

Si te ha parecido demasiado difícil y prefieres algo más sencillo, prueba con esta receta en olla GM tan sencilla.